Toribio Ticona: "Cuando me encuentre con el Presidente le voy a pedir que ayude a las obras sociales"
Nunca había dado tantas entrevistas. Nunca tanta gente lo había saludado en la calle. De hecho, Toribio Ticona dice que nunca había soñado ser cardenal de Bolivia. Para él fue una sorpresa, como lo fue para el resto de la comunidad católica. Nunca un indígena quechua, un potosino que encaja en los índices de extrema pobreza, un obispo de Coro Coro, un hombre de vocación tardía había sido nombrado en ese alto cargo.
El día que fue presentado ante los medios de comunicación en la sede de la Conferencia Episcopal (CEB) dijo, sin tapujos, que le parecía que el palacio que mandó construir el presidente Evo Morales representa “mucho lujo”, cuando existen tantas otras necesidades en el país.
“Me parece que es demasiado lujo porque en nuestra patria faltan hospitales, educación y hay tantas necesidades”, dijo.
Días después cuida un poco más sus declaraciones y envía mensajes de diálogo y reconciliación al mandatario, pero lo hace sin empeñar su voz. Dice, por ejemplo, que le parece una contradicción que Morales sea presidente de los bolivianos y dirigente de los cocaleros, cuya producción se destina al narcotráfico. Sin embargo, reconoce avances en materia de lucha contra la pobreza en el gobierno del MAS.
¿Cuál es el reto que le toca cumplir a partir de ahora que ha sido nombrado cardenal de Bolivia?
Lo primero es que quisiera ir a mi tierra natal, Potosí, a mi barrio, estar con los mineros y campesinos, y recordar mi niñez, subir al cerro. Además, con lo que tengo ahorrado quisiera hacer un instituto o un centro para los niños pobres.
¿Cuáles son los planes de la Iglesia respecto a las actividades que usted cumplirá en adelante?
Como yo soy emérito, obispo jubilado, se reduce a poco, no tengo jurisdicción, no soy arzobispo de La Paz, no soy obispo de Coro Coro, más bien tengo que ser misionero para con mis hermanos mineros y campesinos, sin hacer discriminación de la gente de la clase media y pudiente porque todos ante Dios son sus hijos y son mis hermanos.
¿Qué mensaje habrá querido dar el Papa con su designación?
Francisco dijo en una ocasión que los sacerdotes deben tener olor a oveja. ¿Qué habrá querido decir con eso?
Tenemos que ser honestos e hidalgos reconociendo que muchos sacerdotes y posiblemente obispos se quedan en sus oficinas, su relaciones son con ciertas familias, se olvidan de su misión de pastor. Seguramente el Papa se da cuenta de eso y dice que no hay que quedarse en el despacho, hay que salir, salir por todas partes. Si nos damos cuenta, nuestra gente, nuestro pueblo, quiere olvidarse de su Dios y faltan evangelizadores, vocaciones, sacerdotales, religiosas, y es por eso que yo no quisiera tener una casa permanente, aunque viviría en Potosí, recorrería minas, campo, pero también la ciudad.
¿Su base va a ser Potosí o La Paz?
El Arzobispo y el señor Alcalde me han pedido que sea La Paz. Sucre ha tenido su cardenal Clemente Maurer, Santa Cruz ha tenido al cardenal Julio Terrazas, y este humilde servidor (tendrá su base) en La Paz, que es parte del eje económico, social y político, sin olvidarme a mi tierra natal, Potosí.
¿Cómo ha visto la relación entre el Gobierno y la Iglesia y las acusaciones de las autoridades en sentido de que los obispos son jerarcas, colonialistas y opositores?
Como yo soy de extracción campesina, a mi no me hace mella. Pero les cuento que (Evo Morales) es mi amigo. Cuando sus marchas pasaban por Patacamaya, le he ayudado, me ha visitado, y a los marchistas les he dado plátano, pancito. Todas las marchas pasaban por ahí y queriendo sin querer teníamos que estar. Por eso somos amigos. Es verdad lo del ataque, pero quiero decirle, es la historia, es el pasado. Yo nunca me he sentido jerarca, no me hace mella que diga eso.
¿Usted cree que el Presidente ha cambiado desde aquellas veces en que era dirigente y lo que es ahora?
A veces decimos que somos de extracción campesina minera, pero tenemos que demostrar con signos, porque la gente ya no cree en lo que hablamos, quiere ver señales, signos de lo que creemos y criticamos. Es difícil, pero no imposible.
El Presidente ha dado la bienvenida a su nombramiento, ¿ha tenido algún acercamiento con usted o se va a reunir?
Solamente por teléfono, pero me va a visitar y yo también lo voy a visitar.
¿Qué le gustaría decirle al Presidente?
Le voy a decir que tenga un poco de cuidado, así como a mí me piden que no hable del Palacio, o de la Casa del Pueblo, que tampoco exagere ni ataque a la Iglesia. La historia tiene un pasado, nosotros somos hijos de obreros, hijos de la clase media, muy pocos obispos deben ser ricos, para qué ofender, más bien busquemos la unidad, el diálogo, el perdón, el entendimiento entre los bolivianos.
¿El papa Francisco le ha encomendado alguna tarea con Bolivia?
Todavía no, tengo que ir el 25 y el 29 es el consistorio, el Santo Padre me dará los signos de cardenal, ahora soy el cardenal nombrado.
¿Cómo es su relación con el Papa Francisco? ¿Desde cuándo se conocen?
Dios me ha dado un signo increíble. Soy quechua, pero era misionero en Buenos aires, cada año iba por Cáritas, lo he conocido allá cuando él era cardenal. Como todo hijo de un minero, no tengo miedo a nada, ni a la muerte, el minero entra al socavón y no sabe si va a salir vivo o muerto; por eso he aceptado, porque yo podía descansar nomás ya. Pero veo que va a ser una transición para que busquen un cardenal más joven y dinámico porque ya tengo 81 años.
¿Cree que la pobreza en el país ha disminuido o todavía faltan cosas por hacer?
Siempre falta y faltará todavía, pero ha habido mejoras, hay que ser honestos. Quizás la canchas de pasto sintético no era lo primero (que se necesitaba), pero nuestra tierra es amante del fútbol. Creo que hay hospitales, ha regalado casas a los pobres, quisiéramos que haya más, pero hay que ver la economía. Gobernar no creo que sea fácil.
Los obispos han expresado su preocupación por el tema del narcotráfico en una carta pastoral. ¿Cuál es su opinión al respecto?
La cocaína es el veneno para nuestra juventud. Yo he pensado por qué el Presidente no deja de ser dirigente de los cocaleros. Cómo te explicas esa lógica, queremos que no haya narcotráfico, sin embargo, él es el Presidente o secretario de donde producen materia prima.
¿Le parece una contradicción?
A mi manera de ver sí.
La Iglesia también se ha manifestado contraria a una nueva reelección de Evo Morales. ¿Cuál es su opinión al respecto?
No puedo hablar del tema. Tengo que cuidarme porque sólo soy un cardenal nombrado.
La Iglesia pasa por una crisis por las vocaciones y la pederastia. ¿Qué opina al respecto? ¿Qué se debería hacer para recuperar la credibilidad?
Nunca podemos aceptar eso. Cómo es posible, no solamente en sacerdotes, sino papás, personas profesionales violan hasta a sus hijos. Y los sacerdotes en su vida deberían haber elegido o el matrimonio o la vida consagrada a Dios.
Yo me acuerdo cuando era jovencito todavía, a un arzobispo y a un nuncio les dije que el sacerdocio debe ser opcional, que aquellos que quieran casarse que tengan su familia, y los que de verdad tienen el carisma, mantengan el celibato, pero el nuncio me contestó: “Tú quieres fundar otra Roma”. En mis tiempos yo era sindicalista, pero era también defensor de los campesinos, mineros y estaba inclinado a los sacerdotes del tercer mundo, por la pobreza.
¿Cómo hacer para cambiar esta situación y acercar más la Iglesia a la gente?
Primero, dar signos de credibilidad, porque tanto hablamos o escribimos, pero seguimos viviendo igual. Que la gente vea que sus pastores evangelizan, que sus pastores anuncian el reino de Dios, anuncian el evangelio de la alegría, charlar sin tratar de imponer nada, dialogar.
¿Qué opina sobre la ola de acusaciones sobre el tema de la pederastia que al parecer ya se ha vuelto un tema global?
En América Latina, EEUU y Chile; que tenga conocimiento en Bolivia, no tanto. Como cardenal para Bolivia, quisiera decir a mis hermanos sacerdotes y obispos, que sea un punto de nuestra pastoral. La Iglesia es santa, inmaculada, pero es de hombres pecadores, todos nosotros somos pecadores, pero también nos invita el señor a la conversión en nuestra manera de hablar, de pensar, y en nuestra manera de vivir. Pero también quisiera que utilicemos el método de la vida, de un cardenal obrero, fundador de la juventud obrera católica, ver la realidad a la luz del Evangelio. Voy a ser un cardenal de transición, haré lo que pueda porque amo a mi Iglesia, al Santo Padre y a la Virgen.
Aparte del trabajo en los templos, la Iglesia tiene mucho trabajo social.
Algunas iglesias pertenecen a las Fuerzas Armadas de la nación porque la Virgen del Carmen es generala, pero la capilla, la iglesia del Carmen, donde vivo, se está arruinando poco a poco, cómo es posible. Los militares deberían dar una cuota de 10 bolivianos y los soldaditos a un boliviano para que todos hagamos de nuestra Iglesia una cosa más presentable, mientras que los ingresos deben ser para el mantenimiento. Ahora buscamos cada uno lo nuestro y aunque nuestra Iglesia se caiga. Sé que me van a atacar, pero la verdad es la verdad.
En general las iglesias están muy descuidadas.
El Alcalde (Luis Revilla) ha prometido que nos va a ayudar para mejorar. Y todos los cristianos deberíamos ayudar. Para la fiesta del Gran Poder van a gastar millones y ¿nuestras iglesias? La fe no consiste en eso, ni la devoción, si bien hay un sincretismo, un rato están con Dios y otro rato están con el mal.
El Gobierno ha tomado medidas económicas, como el doble aguinaldo, ¿cómo está afectando eso a las obras sociales de la Iglesia?
Cuando me encuentre con el Presidente le voy a pedir que ayude a las obras sociales, pero también que la Iglesia no saque su bandera para decir “yo he hecho”, sino, todos deben trabajar para hacer el bien a nuestra patria.
¿Una forma de ayudar sería que se libere del pago del doble aguinaldo o cuál sería la forma?
Exactamente, pero, cuidado, que trabajamos con personas que necesitan comer y vestirse, más bien debería ayudar en el tema impuestos.
Como un hombre de lucha, como un sindicalista, ¿cómo ve al papa Francisco? ¿Cree que francisco es un papa progresista?
Los últimos papas se han acercado más a los pobres, han visto la necesidad, todos los problemas. Nos dicen que somos burgueses, colonizadores, pero la Iglesia está trabajando en otro sentido gracias al Papa que da también el ejemplo. No hay que olvidarse la acción de Dios en el mundo, es tiempo de renovación espiritual. Pero falta sacerdotes y religiosos, pero la Iglesia somos todos, nosotros seremos ministros, pero ustedes son la Iglesia.
El Papa ha abierto un debate sobre la familia, el divorcio y otros temas polémicos, ¿qué puede decir al respecto?
No admitiría mucho yo. Cómo es posible que un hombre y una mujer que un día han manifestado que se quieren para toda la vida, que después se divorcien, cómo es posible, que lo que Dios puso en el corazón del hombre y la mujer, lo rompan, no puedo entender eso. El divorcio no debería haber, porque la mujer no es un objeto. Cuando era sacerdote en la mina de cobre de Chacarilla, sabía que algunos obreros tenían dos mujeres, iba a visitarles y decirles, “hermano, vengo como sacerdote para decirte que no está bien que tengas dos mujeres, te voy a hacer botar de la empresa”. Pasa un tiempo, nos encontramos en El Alto y me dice: “tata, comeremos un fricasé con bicervecina, ya no tengo dos mujeres”. El diálogo, la pastoral pueden hacer cambiar, tenemos que atacar el mal, tenemos que buscar la felicidad en el matrimonio. Por eso soy defensor de las mujeres.///
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